ERRADICION DE COLONIAS

EL CONTROL DE LA HORMIGA ROJA DE FUEGO IMPORTADA REQUIERE DE UN POCO DE PESTICIDA

La hormiga roja de fuego importada (solenopsis invicta) fue introducida en los Estados Unidos de América en los años de la década de 1930 aproximadamente. Las hormigas peregrinaron por todo el sur del país y en la actualidad habitan en 15 estados. Estas hormigas han llegado a causar la muerte de sus víctimas y no pueden ser erradicadas. Siendo esa la situación, ¿cómo podemos controlar esta especie? A los fines de encontrar alguna respuesta, Lawn & Landscape entrevistó a Bastiaan “Bart” Drees, profesor de entomología y especialista a distancia de la Texas A&M University.
 

LA IDENTIFICACION CORRECTA
Las hormigas rojas de fuego importadas son reconocidas por los promontorios de tierra que hacen. En este sentido, el profesor Drees nos explica que “la característica clave y real es que no hay una abertura central para la salida y entrada de las hormigas de la colonia en el tope del centro del promontorio. Muchas de nuestras hormigas nativas no tienen ese tipo de característica”.

Otra característica que facilita la identificación de las hormigas rojas de fuego es el comportamiento de reacción que asumen las hormigas trabajadoras. Se tiene conocimiento de que la colonia que crea el promontorio puede llegar a tener 200.000 hormigas trabajadoras y una o dos reinas.

El profesor Drees nos dice que “las hormigas trabajadoras escalan y corren en masa rápidamente sobre superficies verticales. Si uno ve un hormiguero o sospecha que se trata de un hormiguero, pone una vara dentro de éste, y la temperatura ambiente está por encima de los 55 o 60 grados, la vara, en segundos, estará completamente cubierta de hormigas”.

Las hormigas nativas corren alrededor de la vara. Si uno pone el pie dentro de un promontorio de hormigas rojas de fuego importadas, éstas subirán corriendo por la pierna picándola y aguijoneándola, haciendo que su veneno cause una sensación de quemazón, como si la pierna estuviera incendiándose –de ahí el origen del nombre. En este sentido, cabe destacar que cerca del uno por ciento de la población estadounidense es hipersensible al veneno del insecto, incluyendo la hormiga roja de fuego, y que de hecho, la víctima puede morir a consecuencia del ataque.        

Las hormigas rojas de fuego construyen sus promontorios en cualquier lugar, y no tienen una estación de inactividad propiamente dicha, aún cuando se mantienen más activas en las estaciones de primavera y otoño. Al respecto, el profesor Drees nos explica que “ellas prefieren áreas soleadas y por lo general anidan en el medio de las áreas de césped”.

Las hormigas pueden anidar en áreas sombreadas y son conocidas por invadir casas, escondiéndose en las paredes y en los closets/roperos.
 

UTILIZACION DE CONTROLES
El profesor Drees advierte que no es posible erradicar las hormigas rojas de fuego si uno vive en una región del país donde éstas son una calamidad, debido sus hábitos migratorios.

Este tipo de hormiga se propaga biológicamente mediante vuelos de apareamiento. El macho y la hembra vuelan hasta una altura aproximada de 300 pies, se aparean y luego se dejan caer sobre la superficie, aterrizando a media milla o incluso a una distancia mayor del lugar de despegue.

Por otra parte, las colonias que cuentan con múltiples reinas se propagan a través de la migración. Durante todo el año, las hormigas se mudan por encima y por debajo de la superficie, y pueden llegar a mudarse unos 75 pies o más casi que de la noche a la mañana. Al respecto, el profesor Drees señala que “eso es lo que realmente preocupa a la gente en el sur del país, porque invierte todo el tiempo esforzándose y gastando sus recursos económicos tratando de librarse de las hormigas. Este tipo de hormiga pude anidar en las propiedades circundantes y de la noche a la mañana, pueden emprender una caminata hasta las hermosas zonas de exclusión de hormigas y restablecer una colonia en esa propiedad”.

Aún así, existen métodos de control. El profesor Drees recomienda un método de 2 pasos, y al respecto nos dice que “hay otras formas de control, y que éste método en particular no se adecua a todas las situaciones. Sin embargo, cuando se trata de grandes áreas de paisajismo y jardinería, una supresión, más no erradicación del 90 por ciento de reducción es aceptable, siendo el método de los 2 pasos el control más efectivo en términos de costo, y sin ocasionar  daños al medio ambiente”.

El programa comienza con la utilización de carnadas para hormigas rojas de fuego. Al respecto, el profesor Drees nos explica que “estos son insecticidas que se disuelven en aceite de soya y que un 1 por ciento o menos del aceite de soya contiene ese ingrediente activo. Se debe utilizar cierto tipo de esparcidor de semillas o un esparcidor manual de semillas, o un equipo especial para esparcir el insecticida de manera uniforme por todo lo largo y ancho del césped. La proporción de aplicación es por lo general de aproximadamente 1 a 1 ½ libras por acre, la cual es una cantidad muy pequeña”.

El profesor Drees nos dice que dependiendo del ingrediente activo, una aplicación del insecticida puede eliminar de un 80 a un 90 por ciento de los promontorios y las colonias que anidan debajo de la superficie. En cuanto al resto de los incómodos promontorios, el tratamiento para cada uno de ellos puede adquirirse en cualquier ferretería y grandes establecimientos comerciales.

Según el profesor Drees, “el resultado es utilizar la menor cantidad posible de pesticida para reducir estas hormigas”.

La autora es editora asociada de Lawn & Landscape. Su correo electrónico es: clawell@gie.net.  

 

March 2011
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